Rosario de la Misericordia

Rosario de la Misericordia

Rosario de la Misericordia

"Por medio de este Rosario obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad." (1731) "Quien lo rece, alcanzará gran Misericordia en la hora de su muerte." (687) "Cuando se rece este Rosario al lado del moribundo, me pondré entre el Padre y el alma agonizante, no como el Juez justo sino como el Salvador Misericordioso." (1541)

Comienza con un PADRE NUESTRO, un AVE MARÍA y un CREDO. Después, con un rosario, reza 5 decenas comenzando cada una:
"Padre eterno, yo te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero."

Continúa, repitiendo 10 veces en cada decena:

"Por su dolorosa Pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero."

Al final, repite 3 veces:
"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero."

El Señor le dedicó 14 revelaciones: "Por el rezo de este Rosario, me complace dar todo lo que me pidan. Quien lo rece, alcanzará gran Misericordia en la hora de su muerte. Aunque sea un pecador empedernido, si reza este Rosario, aunque sea una sola vez, logrará la gracia de mi infinita Misericordia".

"Cuando los pecadores recen este Rosario, llenaré sus almas de tranquilidad, y será feliz la hora de su muerte. No les afectará el temor. Mi Misericordia les amparará en esta última lucha".

"Si se reza este Rosario delante de los moribundos, se calma la ira de Dios, y su insondable Misericordia se apodera de su alma. Cuando recen este Rosario al lado del moribundo, me pondré entre el Padre y el alma moribunda, no como justo Juez, sino como Redentor Misericordioso".

"Los Sacerdotes ofrezcan este Rosario a los pecadores, como el último socorro".

"Escribe esto para las almas afligidas: Cuando el alma ve y reconoce la gravedad de sus pecados, cuando se descubre ante sus ojos todo el abismo de miseria en que ha caído, no se desespere sino que se arroje con confianza en los brazos de mi Misericordia, como un niño entre los brazos de su madre amadísima".

Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase Tu Voluntad, en la tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Toda la Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo;
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.